La sentencia era previsible porque el aludido se presentó a las elecciones europeas en plena posesión de sus derechos políticos y fue elegido eurodiputado con todas las de ley y sin que nadie lo recurriera. La sentencia condenatoria vino después.
Ya lo hemos visto antes
No es fácil sentir empatía por estos ciudadanos; no les deseas ningún mal y puedes pensar que las penas que piden para ellos son exageradas y potencialmente injustas, pero no puedes apartar de la cabeza la evidencia de que, si ganan, te despojarán de los derechos democráticos de los que ellos también disfrutan y que han querido dinamitar so capa de la revolución de las sonrisas.
Juguetes rotos
Los independentistas catalanes jugaron a desmontar el estado con el febril narcisismo, y similar impericia, con que un niño despanzurra el camioncito eléctrico que ya no funciona porque se le han agotado las pilas.
El juez en la melé
El juez al cargo del aparatoso caso de la rebelión catalana ha tomado un par de decisiones que parecen albergar un único objetivo, que no vuelva a reproducirse el escenario del crimen. Luego ya se verá si los delitos imputados son tales y si los acusados son culpables.
Limpieza de sangre
Diríase que el procedimiento judicial que se lleva contra los soberanistas encarcelados se desliza hacia un formalismo inquisitorial en el que se trata de depurar una actitud que los haga merecedores a los encausados de un certificado de limpieza de sangre.