La guerra moderna requiere una potente industria militar y un firme desprecio por la vida humana; por la del adversario desde luego, pero también por la propia.
Desnuditos en el frío (cuento de Navidad)
La moraleja del cuento es que la guerra envilece a los seres humanos y lleva la discordia a sus corazones. A unos los vuelve resentidos, vengativos y crueles; a otros, ridículos, cobardes y taimados.
Un cadáver anunciado
El vendedor de hamburguesas devenido ‘cidcampeador’ de la Santa Rusia era un muerto anunciado y ha fallecido como se esperaba, mediante un acto violento, melodramático y estadísticamente improbable, dirigido a llamar la atención y servir de ejemplo.
El azar y la necesidad
El malestar de las sociedades europeas no decrece. El ‘jogo bonito’ de la izquierda no funciona; al menos, no con el grado de eficacia y contundencia que podría esperarse.
¡Más madera, es la guerra!
‘Menos aplausos y más armas, hay que hacer más y más rápidamente’, ha predicado el alto comisionado para asuntos exteriores de la Unión Europea.