A los tuiteros, titiriteros, grafiteros y demás artistas del alambre que vienen siendo condenados por los contenidos de sus obras se les aplica una versión actualizada de la ley de vagos y maleantes.
Enero
El tipo mira a través de la ventana. El cielo de plomo, los tejados acharolados por la lluvia, los viandantes que se apresuran bajo la cúpula abombada de los paraguas.
El juez satírico
El autor de las coplillas se retrata como un reaccionario y un machista, Lo que deja pasmado es que el editor de la revista profesional de una asociación de jueces encuentre pertinente la publicación de estas insultantes deposiciones.
Delitos y faltas
Nuestro fascismo doméstico duró tanto y penetró tan hondo que llegó a ser considerado como constitutivo de la sociedad. Aquí, los fachas no tienen que hacer ningún esfuerzo especial para ser reconocidos y aceptados.