Este enfrentamiento directo de Washington y Moscú solo puede terminar de dos maneras, ambas tranquilizadoras: una nueva ‘guerra fría’ o la ‘tercera guerra mundial’ con gran pirotecnia de armas nucleares.
La guerra por el derecho a la risa
Putin ha justificado la invasión de las regiones orientales de Ucrania con argumentos de pretensiones morales, en los que Rusia se presenta como guardián de la civilización oriental para frenar a los modelos europeos que no tienen nada que ver con la historia y a los que, al parecer, se ha entregado Ucrania.
La ‘guerra híbrida’ no es lo que parece
Guerra híbrida es un significante vacío de nuevo cuño aparecido en la jerga política internacional para designar los tira y afloja que mantiene occidente con el siempre remoto oriente ruso.
El rostro impenetrable
Ahora, los estrategas occidentales están enfrascados en descifrar qué hay detrás del rostro impenetrable de Putin y qué estímulo puede llevarle a buscar su objetivo en un tanque.
La ‘haka’ ucraniana
La crisis ucraniana está en fase prebélica. Por ahora, los contendientes se limitan a hacer aspavientos y soltar gruñidos, como en las hakas maoríes, donde se trata de amedrentar al adversario y con suerte ganar el lance sin llegar al enfrentamiento físico.