La confianza en la tutela exterior del país permite a los indígenas entregarse sañudamente a dirimir sus diferencias a garrotazo limpio.
El retorno del caudillo
Qué carajo, así terminan todas las guerras carlistas después de que se han perdido.
La giganta y el huerfanito, un cuento catalán
Nombres de batallas, Waterloo, Lledoners, que fueron derrotas y son anuncio de la victoria final; un pretendiente en el exilio, varios caudillos de facción y múltiples facciones en el campo. Déjense arrastrar por la lógica del sueño y se encontrarán en la enésima carlistada contada por los hermanos Grimm.
Madrid-Barcelona, en avión
Los hechos que se cuentan en esta historia ocurrieron hace noventa años pero se leen como si fueran noticias del periódico de hoy mismo, y no solo por la maestría narrativa de la autora y la modernidad de su prosa sino porque la llamada cuestión catalana parece condenada a un perpetuo día de la marmota, en la que se repiten los mismos rasgos explosivos de dramatismo, sentimentalidad, intransigencia, rebeldía e impostura, que cuenta la crónica y venimos experimentando en estas fechas.
Erre que erre
Hacer política. Quienes repiten el mantra apuestan por el diálogo, el matiz, la paciencia, el reconocimiento del otro, etcétera. Pero ¿cómo hacer semejante ejercicio de sensatez si se cabalga sobre un tigre?