Es sabido que en tiempos de tribulación se producen milagros. Por ahora, uno de los más notorios, puro asombro, es la conversión de don Guindos al keynesianismo y aún más allá, al comunismo ‘podemita’. ¿Pues no postula el tío una renta universal de emergencia? Don Guindos confirma la evidencia que no hay mayor fanático que un converso.
La balada de Narayama
Y en estas aparecen los muertos y los vivos hermanados en la soledad de las residencias geriátricas. Un impacto en la conciencia que nos llega directo desde la Edad Media. La mezcla indiferenciada de vivos y muertos es probablemente el icono más depurado de la peste; lo vimos por última vez en las imágenes de la liberación de los campos nazis.
Churchilliana
En el fondo de nuestro corazón echamos en falta discursos marmóreos, que dominen los hechos, o nos hagan creerlo así. Los de Churchill son el modelo más frecuentado. Los suyos fueron arengas monumentales aunque tendemos a olvidar que el monumento lo levantaron los que quedaron vivos después de que acabara todo.
Beckettiana
En un cierto momento crepuscular encuentras el punto donde el tiempo no es lineal ni circular sino una especie de eterno retorno, y en ese momento te ves en compañía de la pandilla, Vladimir y Estragón, Pozzo y Lucky, a los que encontraste gozosa y sorprendentemente hace cincuenta años.
Mascarillas
En el dilema economía o gente, las primeras reacciones de los gobiernos occidentales fueron para salvar la economía: Trump quiso comprar a golpe de talonario una vacuna a los alemanes; Boris aceptó una mortandad de medio millón de británicos para salvar Britania; Merkel prohibió la exportación de material sanitario a los países socios, que no hermanos, de la unioneuropea. Todo menos aceptar que estamos bajo una amenaza global y se impone la fijación de objetivos comunes y la cooperación para alcanzarlos