El parlamento británico echa el cierre. Un primer ministro con cara de piripi y penacho de pájaro loco ha puesto en cuarentena ochocientos años de parlamentarismo para ¿qué? Con toda seguridad, ni siquiera él lo sabe. El tópico al que llamamos ‘bréxit’ es la deriva histórica, diríase que la caída en barrena, de uno de los países más antiguos, solventes y acreditados del planeta.
El mal gótico
El dilema para un republicano español es que la pervivencia de la república estaría mejor garantizada con el modelo presidencialista pero el modelo parlamentario se ajusta mejor al guisote de nacionalidades y regiones que constituye la realidad social e histórica.